Migrar, implica desplazarse, cruzar fronteras. Por ello, reflexionar sobre las formas humanas de moverse están implícitas en lo fronterizo. Sin embargo, por momentos pareciera que los estudios sobre fronteras y los estudios sobre migraciones no siguen caminos afines de reflexión. Por ello, desde los estudios de fronteras, queremos acercarnos a los estudios sobre migraciones, los cuales, han trascendido, aunque no olvidado, las miradas más tradicionales sobre movilidades intraestatales, así como el estudio de los flujos internacionales de personas leídos desde los efectos/condiciones en los países de origen y destino.

Las dinámicas globales contemporáneas están atravesadas por diversos tipos de flujos y marcadas por elementos tecnológicos, económicos, políticos, jurídicos y culturales que permiten configurar redes y conexiones que marcan formas de trabajo, formación, así como vínculos afectivos y familiares que definen regímenes de movilidades e inmobilidades, atravesados por factores geopolíticos, ambientales, de clase, género, raza, entre otras, que hacen pensar hoy las migraciones desde una compleja realidad espacio temporal, que sugiere la importancia de articular creativamente los estudios sobre migraciones con los estudios de fronteras.

¿Cómo entender hoy estos vínculos y cómo pensar de forma articulada fronteras y migraciones?